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16 preguntas que DEBE hacer antes de contratar cualquier empresa de TI
La Dark Web es un semillero de actividades ilícitas y transacciones clandestinas, desde empleados que venden credenciales a intermediarios de acceso inicial hasta malos actores que venden identidades robadas, más la llegada del cibercrimen asistido por inteligencia artificial (IA) que están dando a esta economía, ya en auge, un impulso hacia nuevas alturas. Esto hace que la Dark Web sea una amenaza importante tanto para las personas como para las organizaciones. Existe una amplia variedad de amenazas a las que se enfrentan las empresas derivadas de la información y la actividad que circulan en la Dark Web.
Estas son las cinco mayores amenazas cibernéticas de la Dark Web que enfrentan las organizaciones en la actualidad.
El ransomware sigue siendo una amenaza generalizada, y los ciberdelincuentes aprovechan técnicas sofisticadas para cifrar datos valiosos y exigir pagos de rescate por su liberación. Lo que es aún más alarmante es el aumento del ransomware como servicio (RaaS) en la Dark Web. Las plataformas RaaS permiten a los aspirantes a ciberdelincuentes lanzar fácilmente ataques de ransomware sin necesidad de una gran experiencia técnica. Estas plataformas ofrecen de todo, desde herramientas de implementación de ransomware hasta atención al cliente, lo que hace que sea más fácil que nunca para las personas beneficiarse de los ataques de ransomware.
La Dark Web está repleta de mercados donde se compran y venden datos robados, y no está experimentando una recesión económica. Hoy en día, la Dark Web es la tercera economía más grande del mundo. Hay inmensas cantidades de datos disponibles a precios bajos o incluso gratuitos, que van desde información personal y credenciales de inicio de sesión hasta datos financieros y secretos corporativos. Los ciberdelincuentes roban estos datos a través de diversos medios, incluidos ataques de phishing, violaciones de datos e infecciones de malware. Una vez obtenidos, los datos se venden en foros y mercados clandestinos al mejor postor. Estos datos robados pueden usarse para robo de identidad, fraude financiero y otras actividades maliciosas, lo que representa una amenaza importante tanto para individuos como para organizaciones.
Las amenazas internas representan un riesgo significativo para las organizaciones, ya que empleados descontentos o personas internas maliciosas utilizan su acceso a información confidencial para robar datos o sabotear sistemas. La Dark Web proporciona una plataforma para que personas con información privilegiada vendan datos corporativos robados a competidores o actores maliciosos. Además, el espionaje corporativo va en aumento y los ciberdelincuentes atacan a las organizaciones para robar información patentada, secretos comerciales y propiedad intelectual para obtener ganancias financieras o ventajas competitivas. Los empleados que han notificado que dejarán una empresa corren un gran riesgo de robar datos como propiedad intelectual: el 70% de los robos de propiedad intelectual internos ocurren dentro de los 90 días posteriores a la renuncia de un empleado.
El malware como servicio (MaaS) y su rama Ransomware-as-a-Service (RaaS) es una industria en auge en la Dark Web. La asequibilidad y disponibilidad de estos servicios hacen que sea fácil y asequible para los ciberdelincuentes acceder e implementar herramientas y servicios sofisticados de malware con facilidad. Algunos proveedores incluso ofrecen suscripciones mensuales.
Los exploits de día cero, que apuntan a vulnerabilidades de software y hardware previamente desconocidas, son muy buscados en la Dark Web. Este es un tipo de riesgo que está creciendo exponencialmente.
El monitoreo de la Dark Web es una medida proactiva de ciberseguridad destinada a detectar y mitigar las amenazas que surgen de allí. Implica escanear continuamente foros clandestinos, mercados y otros rincones ocultos de Internet en busca de cualquier mención de información confidencial perteneciente a individuos u organizaciones.
Recopilación de datos: el monitoreo de la Dark Web comienza con la recopilación de grandes cantidades de datos de fuentes ocultas en línea, como mercados de la Dark Web y volcados de datos. Estos datos incluyen de todo, desde credenciales robadas e información financiera hasta datos comerciales patentados y propiedad intelectual. Por ejemplo, una solución de monitoreo de la Dark Web podría monitorear las credenciales, dominios, direcciones IP y direcciones de correo electrónico de los empleados y ejecutivos de una empresa.
Escaneo y análisis: se puede emplear una combinación de analistas humanos y algoritmos avanzados que aprovechan la IA para escanear y analizar los datos recopilados en busca de coincidencias con información relevante para las personas u organizaciones monitoreadas. Esto podría incluir direcciones de correo electrónico, nombres de usuario, contraseñas y más.
Alerta y notificación: cuando se encuentra una coincidencia que indica que la información confidencial perteneciente a la entidad monitoreada ha sido comprometida y se comercializa o vende en la Dark Web, el sistema de monitoreo genera una alerta. Esta alerta se transmite de inmediato al equipo de seguridad de la organización o a un punto de contacto designado.
Respuesta y mitigación: armada con esta inteligencia, la organización puede tomar medidas inmediatas para mitigar el impacto potencial de la violación de datos. Esto puede implicar restablecer contraseñas comprometidas, monitorear las cuentas afectadas en busca de actividades sospechosas, notificar a las personas afectadas e implementar medidas de seguridad adicionales para evitar más accesos no autorizados.
Fuente: ID Agent