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16 preguntas que DEBE hacer antes de contratar cualquier empresa de TI
¿Con qué frecuencia has estado comprando en un sitio web o desplazándote por una cuenta solo para ver una ventana emergente que dice “aceptar cookies” para detener tu búsqueda? Probablemente hayas hecho clic en “aceptar todas las cookies” sólo para volver a lo que estabas haciendo. Ahora, imagina, como propietario de un negocio, que estos aparezcan para sus clientes en su sitio web sin su consentimiento.
Es importante comprender los riesgos de las cookies de terceros para las empresas, pero si ha implementado cookies voluntariamente en su sitio web, probablemente se esté preguntando qué tienen de malo. A continuación, explicaremos la diferencia entre las cookies propias y las cookies de terceros que bloquean su sitio web y por qué Google finalmente está eliminando estas últimas.
Si bien ambos tipos de cookies utilizan principalmente JavaScript para agregar y modificar elementos HTML, crear facilidad de uso en línea y permitir una mayor interacción con el sitio web, las cookies propias lo hacen para aumentar la satisfacción del cliente.
Las cookies de origen, que produce el dominio de host, mejoran el tiempo que un cliente pasa en su sitio web al tomar solo datos fundamentales, como su dirección IP y cualquier dato que haya ingresado mientras estaba en su página. Eso incluye nombres de usuario, contraseñas, contenido explorado recientemente e información del carrito de compras. A cambio, los clientes habituales reciben siempre una experiencia personalizada y única en el sitio.
Sin embargo, si bien las cookies de terceros también pueden tener buenas intenciones, estas preocupaciones sobre la privacidad son objeto de controversia. Las cookies de terceros se originan en una fuente externa, como una plataforma de redes sociales o anunciantes que buscan rastrear las actividades de los usuarios en la web. Eso implica anotar todas las búsquedas que realizan las personas, las páginas web que visitan, las publicaciones que les gustan y las decisiones que toman.
En otras palabras, el seguimiento de terceros no finaliza una vez que un visitante abandona su sitio web, lo que provoca graves riesgos de privacidad.
Los riesgos de las cookies de terceros para las empresas surgen del hecho de que no se limitan a recopilar información básica. En cambio, van un paso más allá y aprenden lo siguiente:
Recopilar información personal es un paso intrusivo que hace que muchos buscadores en línea se sientan expuestos y vulnerables, especialmente porque los anunciantes no recibieron permiso para conocer o almacenar estos datos. Estas cookies no solo crean perfiles de usuario detallados; Muchas personas pueden experimentar problemas de seguridad con las cookies de terceros, ya que sus creadores pueden querer robar información o ejecutar malware.
Los riesgos comerciales con cookies como éstas también son plausibles. Supongamos que los usuarios se dan cuenta de que la información robada ocurrió en su sitio web y que la presencia de cookies de terceros no implica ninguna implicación. En ese caso, la confiabilidad y la marca de su empresa están caídas.
Los motores de búsqueda como Safari de Apple y Mozilla han notado y erradicado desde hace tiempo las vulnerabilidades de las cookies de terceros bloqueándolas. Sin embargo, dado que Google Chrome es responsable del 63% de todo el tráfico web global y aún permite cookies de terceros, los riesgos de seguimiento de cookies siguen siendo grandes.
Es por eso que Google ahora lo está eliminando gradualmente, lo que significa que los anunciantes deben encontrar una manera más segura de llegar y adaptarse a los buscadores en línea, reduciendo los riesgos de las cookies de terceros para las empresas.